Si partimos de la base de que somos “energía” y si cada uno de nosotros toma conciencia del poder que tienen nuestros pensamientos, comprenderemos que estos son una herramienta muy valiosa en nuestras vidas.

Y aquí juega un papel muy importante la intuición. Hay personas con mayor o menor nivel de percepción y esto las vuelve más o menos permeables a las energías presentes a su alrededor.

Muchas personas pueden percibir la buena o mala energía en un ambiente o en el otro. Están, también, quienes son más vulnerables y sensibles a esas energías.

Todos somos capaces de intuir, de afinar ese sexto sentido, ya sea a través de sensaciones que aparecen, de sueños, pensamientos o mediante la palabra. El poder de la palabra es otra herramienta muy fuerte que puede ser utilizada para bien o para mal.

Si unimos esas dos herramientas, el pensamiento y la palabra, para enviar energía a una persona, hay grandes probabilidades de que le lleguen e incluso le afecten, dependiendo por supuesto de la frecuencia vibratoria que esté atravesando. Si la persona está permeable o “débil energéticamente”, un mal pensamiento puede provocarle un impacto a nivel emocional y hasta físico.

El boomerang de los maleficios
Los “trabajos de brujería” y rituales de magia negra son más comunes de lo que pensamos. Hay personas que se dedican a estos menesteres y quienes encargan los famosos “gualichos",  por ejemplo para realizar un “amarre” que no es otra cosa que manipular una realidad a través de procedimientos poco convencionales, en los que algunos depositan confianza ciega.

Si en algún momento pensaste en hacer este tipo maleficios o te lo sugirió una amiga, es importante que sepas que esos trabajos, en el corto o largo plazo se vuelven en contra de quien los encomienda. La energía en estos casos, actúa como el reflejo de un espejo.

“Esto tiene que ver con la intención, si estás vibrando en el bajo astral, todo va a ser negativo, y en algún momento va a repercutir, simplemente vuelve porque se permanece en esa baja vibración”, explicó Constanza Angerami, tarotista y actriz.

“Yo no creo en los “amarres”, soy escéptica, en ese sentido. No creo que porque trabajes a una persona, se va a enamorar de vos. No hago trabajos, me dedico a la magia blanca y cuando me llegan consultas de este tipo trato de orientar a la gente para que sepa por qué no les conviene hacer este tipo de cosas”, sostuvo.

“Me gusta explicar que pretender manipular la realidad a ese nivel, puede ensuciarte internamente y por eso decimos que la energía oscura o negativa se vuelve en contra. Tiene que ver con la negación, con la no aceptación de que las cosas tengan que fluir, naturalmente como tienen que ser, y por algo esa persona no te ama, o por algo esa persona tenía un tiempo en tu vida… quizás su misión era llegar a mostrarte algo respecto a tu evolución y nada más; no venía a amarte, y tampoco a que vos te aferres”, aseguró.