TU VOZ CUENTA


Derecho de familia ¿Vencedores o vencidos?

Hace unos días en un Juzgado de Personas y Familia, escuché una frase, a mi parecer certera, que me hizo reflexionar: “En el momento que se judicializan las cuestiones de familia, los únicos vencidos son los niños, niñas y/o adolescentes”.

Ahora me preguntarán entonces, ¿no debemos hacer valer los derechos?  ¿Cómo voy a exigir que ese progenitor/a cumpla con su deber?

Es curioso, y tal vez no todos lo sepan pero antes de cualquier litigio relacionado al derecho de familia - con exclusión de unas cuantas figuras- existe la autonomía de la voluntad, que es la que justamente permite que sean los protagonistas y sólo los protagonistas quienes decidan sobre dichas cuestiones. Siempre y cuando, claro está, que esas decisiones no sean contrarias al orden público. Es decir, que se encuadren dentro de las normas que nos rigen como país. 

El problema viene cuando intentamos hacer valer esos derechos desde una óptica pura y exclusivamente adultocentrista. Se someten a decisión judicial cuestiones de la vida cotidiana que apilan como bloques para inclinar la balanza a su favor y después exhibirlas como el más reluciente trofeo en la carrera de las pruebas. Lo que no saben esos progenitores, esos adultos, es que los bloques van uno a uno desapareciendo para ser cargados nada más y nada menos por los niños, niñas y/o adolescentes involucrados. 

También aparecen cierta cantidad de cómplices que son proveedores de cemento para los bloques. Y sí, me refiero a las muchas veces en las que el asesoramiento no es el adecuado, ya que por carecer de conocimientos relativos al derecho de familia, aumentan y no aligeran la carga. 

¿Qué carga? La que contienen esos bloques  y que van ahogando a los niños: insomnio, problemas de conducta, desconfianza, posicionarse en roles que no les corresponden, empezar a tomar decisiones sin querer lastimar a ninguno de los padres y un sinfín de consecuencias que ocuparían páginas enteras. 

¿En resumen? PÉRDIDAS. 

Y ahora viene la parte donde nos encanta des- responsabilizarnos, ¿ a quién culpamos de esas pérdidas? Al juzgado, a los Jueces “inoperantes”, al estado por crear normas complicadas y burocráticas, a la administración pública, a las leyes procesales, al equipo interdisciplinario interviniente, al asesor de menores e incapaces, al abogado/a. A todos menos a nosotros mismos que como adultos no supimos resolver nuestras diferencias y por el sólo afán de resultar vencedor del litigio terminamos hundiendo a las únicas personas valiosas: LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.

Dra. Sofía Goytia Morillo
Abogada. Esp en Derecho de Familia. 
Escritora. 

 

 

TU VOZ CUENTA
Derecho de familia ¿Vencedores o vencidos?