Las respuestas pueden ser muy variadas y la mayoría apuntará inicialmente a la posibilidad de acumular riquezas y estar rodeado de lujos y ostentación. Sin embargo, obtener bienes materiales no se compara con la verdadera felicidad. Su pilar esencial es el amor y no el dinero.

Cada uno definirá a la felicidad desde su subjetividad, pero no se puede negar que donde solemos encontrarla es en un abrazo, en los momentos compartidos con los que amamos y en los gestos más sutiles.  

Cuando pensamos en una vida plena como aquella que viven sólo unos pocos en mansiones, yates y aviones privados, nos olvidemos que la plenitud real no se encuentra en lo material, solo puede sentirse profundamente en los pequeños detalles.

El dinero es un gran recurso para concretar deseos y solucionar problemas, pero no es todo en la vida y hay ciertas cosas que ni con todo el oro del mundo se pueden conseguir.  

 

¿Estás viviendo  en plenitud?
¿Te detuviste a cuestionártelo o acaso estás viviendo en piloto automático sin pensar demasiado hacia dónde vas y como lo estás haciendo?

Te dejaremos estas preguntas poderosas para que puedas hacer tu propia auto observación: 

1.    ¿Cuidás tu cuerpo?

2.    ¿Estás nutriendo tu organismo con alimentos saludables?

3.    ¿Consumís frutas y verduras?

4.    ¿Bebés al menos 2 litros de agua al día?

5.    ¿Realizás actividad física con regularidad?

6.    ¿Dormís al menos 8 horas diarias?

7.    ¿Tenés hábitos nocivos para la salud como fumar, beber alcohol en exceso o consumir   drogas?

8.    ¿Cómo gestionás el estrés?

9.    ¿Cuántas horas pasás todos los días frente a la pantalla de tu celular u otros dispositivos?

10. ¿Sos consiente de que podés prevenir que tu cuerpo se enferme manteniendo hábitos saludables muy simples y siendo constante?

Para tener una vida plena lo más importantes es cuidar tu envase, ya que es el único que vas a tener hasta el último día de este viaje. La salud es un bien muy preciado, que se valora recién cuando se pierde ¿Qué vas a hacer hoy para preservarla?